Al menos tres: la que tengo ahora es la cuarta copia, recién comprada, y las otras tres las presté –no recuerdo a quien– y nunca fueron devueltas. Ni que decir tiene que el libro hace tiempo que está agotado; solo se encuentra en los sitios Web habituales generalmente a precios muy altos, al menos para mi economía. Todo lo anterior no habla precisamente mal del libro y aprovechando que este ejemplar lo tengo controlado –de momento– paso a explicaros mis razones para pregonar su interés.
Tal como indica el título “Celebrando el Negativo” –no he encontrado una traducción más precisa– la obra trata de cómo poner en valor los negativos originales de las fotografías más famosas de la historia de la Fotografía. Para ello, Loengard se propuso, localizar la mayor cantidad viable de negativos originales de las obras fotográficas más importantes de la historia de la fotografía, así como a sus “curators” actuales, para –acto seguido– fotografiar esos negativos en manos de quienes los tienen a su cargo, contando además la historia humana y en ocasiones técnica de cada uno de esos originales. En total, 51 joyas, desde la “A” de Ansel Adams hasta la “W” de Brett Weston.

El trabajo de John Loengard nos permite realizar un análisis personal sobre las obras de los maestros que tantas veces hemos visto reproducidas en libros, menos veces expuestas a través de copias originales y muy, muy rara vez en su negativo original. Así, por ejemplo, en el aspecto técnico, podremos comprobar que la mayoría de esos fotógrafos (de ambos sexos), utilizaban formatos grandes de película –especialmente placas sueltas, tanto en acetato como en vidrio– y muy pocos película de 35 mm.

Tan interesante como ver los negativos en sí mismos, nos parecen las manos que los muestran amorosamente: unas veces –pocas– los mismos autores, otras los “curators”, en ocasiones antiguos amigos o amantes… Y en algunos casos con guantes y otras, “a capón”, a mano descubierta. La fotografías de Loengard son –además– técnicamente impecables, pues la iluminación empleada permite observar perfectamente los negativos transiluminados, pero también disfrutar de la información que nos brinda acerca de las manos que los sujetan.
Celebrating The Negative, tiene –en mi opinión– una maquetación en general muy limpia –obra de Bob Cato– un libro “blanco” en el que para la mayoría de las imágenes se opta por la página impar, dejando la par para el texto descriptivo, en una bella columna central. Solo para algunos negativos optó Bob Cato por la doble página –Lewis Wicke Hines, Arnold Newman,Joe Rosenthal, Wynn Bullock, etc.– lo cual evita el riesgo de monotonía, pero no mejora realmente la “lectura” de los negativos.

Pero además de lo comentado, el trabajo de John Loengard nos permite entrar mucho más adentro en la obra de aquellos autores, que trabajaban en una era todavía muy alejada de lo digital, ahora con sus numerosos y polémicos recursos de manipulación. ¿Alteraban la realidad de lo captado por sus cámaras aquellos fotógrafos? ¡Vaya si lo hacían!


Y puestos a “tirar” de imágenes… icónicas, el negativo original de la obra conocida popularmente como “Railowsky” (“Behind the Gare St. Lazare”) de Cartier Bresson, no tiene desperdicio. En general, Cartier Bresson abogaba no solo por “el instante decisivo” sino también por copiar sus imágenes a negativo completo, incluyendo en el papel fotográfico una fina banda de los bordes de la película, en torno a l fotograma. No así en “Railowsky”…



Según John Loengard, el mismo Cartier Bresson, en su famoso libro “El momento decisivo”, relata que realizó esta toma colando su Leica por una ranura de una valla de tablas. Quizá el error de paralaje de su cámara telemétrica le impidió ver que parte del objetivo quedaba ocluido por una de las tablas. Ello, que le obligaba a recortar el encuadre por el lado izquierdo, probablemente –es una suposición nuestra– le vino “de perlas” para cortar por abajo, equilibrando las proporciones, ya que en todo caso “sobraba” mucho “charco” por debajo del reflejo del hombre. Según el autor del libro, cuando se le pregunta a HCB por la banda de perforaciones que falta en el lado inferior –izquierdo según la foto– su respuesta es …”me los tragué”.
No deseo desvelar mucho más contenido gráfico del libro, pero si puedo dejaros una imagen más, de una de mis fotógrafas favoritas –que los es por méritos propios, no por cuestión de género– Margaret Bourke White. Abajo podéis ver uno de los negativos que tomó esta intrépida fotógrafa cuando en abril de 1945 avanzaba junto con las tropas norteamericanas y se encontraban con las primeras evidencias horripilantes de algo de lo que se habían oído rumores: los campos de exterminio nazis. Este es uno de los negativos de un pack de 2 1/4 x 3 1/4 pulgadas tomado con su Speed Graphic (probablemente una “Combat”). Ese día tomó unas 150 fotografías con 11 rollos 120 y tan solo un film pack. Esta toma de los pocos prisioneros supervivientes de Buchenwald la tomó precisamente con la última hoja de ese filmpack. El trabajo era para la revista “Life”.

Además del resto de imágenes e informes –tal como he comentado, hasta 51 de ellos el libro contiene un ensayo muy interesante de John Loengard acerca del valor comercial de un negativo respecto al de las copias que puedan haberse positivado acerca del mismo… y quizá no es lo que podáis pensar. Para los que os interese este tema, no puedo sino recomendaros que busquéis por Internet “Celebrating The Negative”, y que esperéis a poder encontrar un ejemplar a precio asumible.

Celebrating The Negative
LOENGARD, John
A Bob Aldemann Book / Arcade Publishing, 1994 New York
Pasta dura con sobrecubierta; 112 páginas; 23,5 x 28,7 cm; Impreso en Japón por Dai Nippon
ISBN: 1-55970-282-6
4 Responses
Babeando estoy todavía…después de leer este artículo.
Gracias Valentín.
Si puedes, Óscar, acecha en Internet hasta que puedas hacerte con un ejemplar…
Ya tengo alguno fichado…vamos a por él. Gracias, Valentín.
A ver, qué tal. Este último mío, me salió más barato por no llevar sobrecubierta. Pero como el resto estaba impecable, me pareció un tema menor. ¡Saludos!