Fotografía de calle (I)

La fotografía de calle es una de las disciplinas fotográficas más prolíficas en los últimos años. Por ello le hemos dedicado el espacio que se merece, analizando desde la biodiversidad algunos de los sets de trabajo más sugerentes y portables.

Bajo el nombre de fotografía de calle, fotografía callejera o street photography –según modas– conviven muchos estilos diferentes. Del mismo modo, atendiendo a esa diversidad o preferencias personales, podríamos escoger distintos sets de trabajo para resolver las imágenes que queramos captar. Este es el principal motivo de esta nueva serie que ahora arrancamos: explicar bajo una perspectiva práctica los beneficios técnicos de cada una de estas soluciones.

Somos conscientes que toda selección es incompleta y conlleva un sesgo. Los criterios usados para cada combinación quedarán patentes en cada artículo como mera recomendación, basada en nuestra experiencia personal y la de nuestros colaboradores.

Biodiversidad digital

La polarización es tendencia, da igual en que plano queramos aplicar este criterio reduccionista. Política o socialmente parece más sencillo pensar solo en solo dos tonos –blanco o negro– que en matices de gris. Por suerte la realidad es más rica y compleja, con la latitud mental suficiente podremos contemplar muchas opciones intermedias legítimas.

La técnica fotográfica ha sabido expresar esta biodiversidad desde sus comienzos. Si a alguien le parece que la era digital impone cambios bruscos, le recomendamos un repaso de los inicios de la fotografía fotoquímica desde sus inicios hasta su época comercial más estable y longeva. Aplicando justa proporcionalidad, la evolución en lentes, equipos y materiales fotosensibles desde 1839 hasta la aparición de la primera película en rollo –aproximadamente 1884– parece un viaje trepidante, con no pocos baches y muchas soluciones válidas para resolver el mismo problema.

Set de trabajo portable compuesto por dos cámara sin espejo de la familia OM-D de Olympus –E-M10 Mark IV y E-M5 Mark II– y una óptica de enfoque manual Laowa 17mm f/1.8 MFT. © Albedo

Curiosamente, tras la canibalización comercial de los dispositivos digitales, las cámaras analógicas parecen ahora más sugerentes para la juventud nativa digital. En todas las escuelas y universidades donde impartimos o hemos impartido fotografía fotoquímica vemos su poderosa capacidad de atracción. Los ojos de sorpresa al ver la imagen latente emerger por acción del revelador valen por todas las apps de sus smartphones juntas. Esto obviamente no dice nada sobre la calidad de una u otra técnica, un discurso errático sobre el cual no gastaremos ni un segundo. Nos habla de la necesidad de opciones y técnicas diferentes, de la riqueza de entenderlas y aplicarlas con sentido para cualquier proyecto que queramos afrontar.

Tamaño, portabilidad, calidad y precio han sido las variables empleadas para escoger este primer set de trabajo © Albedo

Retomando el rumbo de esta serie y metidos en materia: podemos hacer fotos de calle, en la calle o sobre la calle de mil maneras, incluso si preferimos escoger solo herramientas digitales tendremos centenares de opciones. De entre todas ellas, a modo de ejemplo, escojamos una.

Portabilidad con óptica intercambiable

No hace mucho, justo en una de esas clases para los primeros cursos de grado, explicábamos los diferentes tipos de sensores digitales y su equilibrio entre el resto de parámetros: precio, portabilidad, usos, calidad de imagen, ruido electrónico, ópticas compatibles, etc.

Óptica y captor siempre han de ir de la mano en busca del mejor equilibrio.© Albedo

Aludiendo a esa biodiversidad constatamos vida inteligente más allá del omnipresente 24 x 36 mm. Técnicamente, es falso que ese formato sea la mejor opción para todos los contextos, como veremos más adelante. Tampoco está de más recordar que a los sensores de menor tamaño nada les falta físicamente para entenderlos completos, puede que la nomenclatura derivada del marketing a veces nos juegue malas pasadas. De hecho, en el terreno digital, la oferta de equipos de interés –nuevos o de segunda mano– bajo sensores APS-C o Micro Cuatro Tercios es muy sugerente, tanto en precio como en portabilidad.

Cada vez es más raro ver una escala de hiperfocal grabada en el tambor de una óptica, una herramienta muy útil para nuestros propósitos.© Albedo

En este primer contenido hemos optado por recorrer algunas de las opciones de cámara de óptica intercambiable sin espejo con dos modelos de Olympus de la familia OM-D. Dos equipos con bastante separación temporal entre ellos: la Olympus OM-D E-M10 Mark IV presentada en agosto de 2020 y la veterana Olympus OM-D E-M5 Mark II con cinco años a sus espaldas. En términos económicos hablaríamos de unos 700 euros (cuerpo solo) para un equipo nuevo frente a unos 350/400 € para la segunda opción en el mercado de segunda mano. Actual gama de entrada frente a gama media-avanzado de 2015, respectivamente.

La óptica Laowa montada sobre la Blackmagic Pocket Cinema Camara original equivale a un versátil 50 mm f/1.8 para el formato de paso universal © Albedo

Por la parte óptica hemos manejado idéntico criterio, en busca de un objetivo con excelente relación calidad-precio y minúsculo tamaño hemos escogido para este artículo la óptica Laowa 17 mm f/1,8 MFT. Equivalente a un 35 mm f/1,8 para 35 mm si lo montamos en una cámara Micro Cuatro Tercios o en un conveniente 50 mm f/1.8 –tras ligero redondeo– si lo acoplamos a la pequeña pero muy capaz Blackmagic Pocket Cinema Camara original, perfecta para tomas documentales.

No está de más recordar que esta óptica no tiene contactos electrónicos con los que poder comunicarse con el cuerpo de cámara, no tendremos información de diafragma en los metadatos y no podremos controlarlo mediante diales electrónicos en cámara © Albedo

Sin alcanzar los 200 €, esta óptica angular moderada se posiciona entre las primeras y más económicas opciones de focal fija de gran abertura y enfoque manual en acabado metálico. Eso sí, para valorar en su totalidad este positivo escenario tenemos que contemplar también algunas concesiones y así acotar bien qué podemos esperar de él y qué no.

Círculos de confusión

En una disciplina donde prima la portabilidad y la discreción, el tamaño final de nuestro equipo es una variable importante. Si a esto le sumamos el menor ruido físico posible –al tomar la fotografía– y una mayor versatilidad, la elección de un sistema sin espejo de óptica intercambiable parece correcta.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Siguiendo este compromiso entre tamaño de óptica y tamaño de dispositivo, teníamos varios candidatos posibles: el balance de Olympus es especialmente óptimo en sus cámaras de gama media con un volumen comedido así como en todas sus ópticas compatibles, con una calidad más que aceptable si no somos muy propensos a usar valores de sensibilidad elevados.

Las cámaras de la serie X de Fujifilm con sensor APS-C es otra línea importante a valorar, pero en su relación prepondera un tamaño y peso ligeramente mayor, ofreciendo por norma una mejor calidad de imagen al trabajar con altas sensibilidades.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Si bien estos serían los criterios habituales para escoger un buen set de trabajo para fotografía de calle, para nosotros, pensando en el tipo de fotografías que íbamos a realizar, pesaban otros criterios técnicos, todos ellos conjugados. De todos ellos, el tamaño de los círculos de confusión en relación a la profundidad de campo efectiva es el binomio más importante.

De esta manera podemos aprovechar al máximo la luz disponible exprimiendo los valores de diafragma de esta óptica luminosa y conseguir por hiperfocal imágenes con gran profundidad de campo y una relación de señal/ruido electrónico aceptable, justo el punto flaco de nuestro sistema frente a sus competidores de sensor más grande.

El tamaño de los círculos de confusión ubicados en los planos anteriores y posteriores al plano de enfoquen configuran la sensación de nitidez o profundidad de campo. Diagrama © Michael Langford
Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo
Ejemplo de profundidad de campo efectiva a máxima abertura para la combinación de un captor y óptica de un terminal móvil de gama alta. Este esquema minúsculo genera unos círculos de confusión muy pequeños y por ende una enorme profundidad de campo aún usando valores de diafragma muy abiertos (f/2,2). Hong Kong, 2017 © Manuel San Frutos

Llegados a este punto no está de más recordar las relaciones básicas entre tamaño de sensor, círculo de imagen, distancia focal y diafragma –tamaño físico del iris–. Tomando por ejemplo este Laowa 17 mm para Micro Cuatro Tercios, equivalente a un 35 mm f/1,8 en paso universal, podemos establecer los siguientes puntos:

Círculo de imagen – El círculo de imagen es suficiente para cubrir el tamaño del sensor Micro Cuatro Tercios (17,8 x 13,4 mm aproximadamente), con un viñeteo visible a máxima abertura (f/1,8) –sin ser dramático– y totalmente inapreciable a partir de f/4.

Iris de diafragma – Al dividir su distancia focal real (no su equivalencia en 35 mm ) entre el número f que vayamos a usar podemos establecer el diámetro real de cada iris. Ejemplo -> En posición de diafragma f/4 tenemos un diámetro de iris de 4,25 mm (17 : 4 = 4,25 mm).

Comparación con sistema 24×36 mm – Si quisiéramos establecer un criterio comparativo básico frente al formato 24 x 36 mm –sin contemplar de momento el resto de variables– podemos entender rápidamente que a su óptica homóloga –además de ser más pesada, voluminosa y cara– le costará mucho llegar correctamente a las esquinas a f/1,8 (si es que cuenta con ese valor) y lo que es más importante en este contexto: arrojaría un diámetro físico de iris a f/4 de 8,75 mm (35 :4 = 8,75 mm).

Profundidad de campo – Analizando el tamaño físico de estos dos iris es fácil comprender como para idéntica proporción de luz (f/4) obtenemos unos círculos de confusión mucho más pequeños con el set de trabajo de Micro Cuatro Tercios.

Hiperfocal – En todos los casos hemos usado la escala de hiperfocal grabada en el tambor de la óptica, un grato y útil elemento que nos recuerda el manejo de las ópticas de enfoque manual clásicas.

Difracción – A menos que conste lo contrario, todas las imágenes adjuntas se han realizadas con valores de diafragma f/4 y f/5,6 y en menor medida f/8. No fue necesario “cerrar” más por los cálculos expuestos, evitando además entrar en difracción, lo que conllevaría inevitablemente una pérdida importante de nitidez y contraste general.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo
Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo
Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Concesiones y soluciones

Como comentamos al inicio de este artículo, toda decisión conlleva un sesgo y esta no es una excepción. Hemos elegido arrancar esta serie con una combinación cámara + óptica que prioriza el tamaño, la versatilidad y el precio. En este esquema y bajo la técnica usada se podrán obtener imágenes de calidad sin forzar las carencias de este sistema: relación de ruido electrónico a altas sensibilidades y pérdida de nitidez por difracción al cerrar mucho el diafragma. Esto no quiere decir que sea la técnica ideal para todos los escenarios y sujetos.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo
Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Al ser una óptica manual, captar sujetos en movimiento o acciones trepidantes que cambien constantemente de planos de enfoque puede ser algo complejo. Si bien el cálculo de hiperfocal ayuda, tiene unos límites en este esquema, no solo por cuestiones de diafragma, también por la resolución del sensor. Muchas de las escenas que valoramos nítidas por profundidad de campo en un captor de 20 Mpx no lo estarían tanto en un sensor de 40, 60 o 100 Mpx. Si pensamos bien este criterio no deja de ser el mismo concepto: el tamaño relativo de los círculos de confusión. A menor resolución, círculos de confusión más pequeños y su sensación de nitidez es más alta. El ejemplo más claro para entender esto es imaginarnos dos ampliaciones impresas en papel, una mucho más grande que otra.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Como es lógico estas variables están estrechamente relacionadas, tamaño de sensor y resolución van siempre de la mano para obtener una cuantía lógica entre millones de píxeles y respuesta a la luz –tamaño de la zona sensible del fotodiodo que luego equivaldrá a un pixel–. Por ello, al manejar una cámara de captor de 24×36 mm –o de mayor dimensión– que además tenga una alta cuantía de millones de píxeles, el problema para conseguir profundidad de campo efectiva es doble.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo
Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Si los 20 millones de píxeles nativos de los sensores de Olympus se nos quedaran cortos podríamos optar por hacer una toma de modo HR –acrónimo de alta resolución en inglés– mediante la técnica de multidisparo por movimiento de captor. Así podremos conseguir una imagen de 40 Mpx sumando la información de esa ráfaga, siempre y cuando podamos mantener sujeto, cámara e iluminación sin grandes variaciones para que el algoritmo encargado de coser las fotos sea efectivo. Con esta vía estamos usando parte de los beneficios del sistema –círculos de confusiones menores, mayor profundidad de campo, etc., pero al doblar la resolución veremos que algunas de las zonas que entraban en profundidad de campo a 20 Mpx dejan de estarlo a 40 Mpx al ampliar la imagen al 100%.

Imagen de 20 Mpx de referencia obtenida en modo normal de captura con la Olympus O-MD E-M5 Mark II a f/5,6. © Albedo
Imagen de 40 Mpx obtenida por el modo HR –Multidisparo por movimiento del captor– con la veterana Olympus O-MD E-M5 Mark II a f/5,6. Los planos alejados del punto de foco -revisar al 100% por ejemplo el tronco del primer árbol en escena– ya no tienen la misma sensación de nitidez que la versión normal a 20 Mpx © Albedo
Comparativa lado a lado al 100% . Tamaño de los círculos de confusión a f/5,6 en una sola toma a 20 Mpx vs mismo set y difragma a 40 Mpx mediante técnica de multidisparo (HR) por movimiento del captor. © Albedo

Unido a esta ampliación de resolución, las trazas ópticas que fueran aceptables a 20 Mpx podrían dejar de serlo en una toma de 40 Mpx, el eterno problema del equilibrio entre todos los componentes hace que cuanto más subamos la exigencia de calidad de un sensor más complejo será cubrirlo con decencia por parte de la óptica: nada nuevo bajo el sol.

Si no alteraremos la resolución nativa (20 Mpx) de las dos cámaras escogidas, la relación de calidad y tamaño de archivo está bien ponderada para los usos previstos. Por parte de la óptica tampoco encontramos grandes carencias si atendemos a su precio y tamaño: el viñeteo a f/1,8 es evidente sin llegar a ser un problema.

Igualmente encontramos una caída de nitidez del centro a la esquina razonable en ese valor de máxima abertura para su precio. Dentro del catálogo de Laowa existen versiones que generan menor distorsión geométrica –familia Zero-D MFT– pero o bien no se encuentran disponibles en esta focal de 17 mm o bien tienen un precio superior.

En conclusión, este Laowa 17 mm f/1,8 MFT nos parece una excelente opción como primer precio, sin olvidarnos que estamos ante una óptica completamente manual sin contactos electrónicos. Los valores de diafragma no serán visibles en los metadatos de la imagen ni podremos cambiarlos de manera electrónica mediante los diales de la cámara, todo pasa por ajustes manuales en el aro de diafragma… dónde encontraremos su útil escala de hiperfocal.

Instantes reposados

Si habéis llegado hasta aquí podréis comprender perfectamente que tipo de estilo y escenarios son compatibles con el set de trabajo propuesto en esta entrega. Si vuestra preferencia de tomas rondan las imágenes reposadas, con composiciones a las que les podáis dedicar un tiempo y no pretendéis captar instantes decisivos a golpe de autofoco, esta opción puede ser muy interesante y sumamente económica.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

Si por contra os movéis por la calle con velocidad, captando todo lo que os rodea de manera inmediata, quizás os sean más útiles los próximos artículos de la serie dedicados a terminales móviles o cámaras compactas hipervitaminadas, donde prima la velocidad y la invisibilidad.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

No queremos olvidar tampoco los escenarios más atípicos: ¿se puede hacer fotografía de calle con cámaras de formato medio o con equipos de grandes dimensiones? Sobre su técnica y filosofía de toma hablaremos más adelante en esta nueva serie que ahora inauguramos.

Imagen realizada con el set de trabajo propuesto.© Albedo

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