¿Por qué fotografiamos?

En la era de la postfotografía y la desinformación, y en medio de una pandemia mundial, parece que aún tenemos buenos motivos para fotografiar. Hacemos un recorrido, personal e incompleto, por esta obsesión tan humana aprovechando la edición del certamen Huawei Next-Image 2021.

Casi noventa años nos separan de la icónica fotografía tomada por Cartier Bresson tras la estación de Saint-Lazare. Ahora, desde el presente, podemos predecir aquello que entonces solo podría ser futuro: los innumerables momentos felices y adversidades que el ser humano ha sorteado hasta nuestros días, saltando entre charcos con la alegría de un niño y la incertidumbre de no saber muy bien dónde aterrizarán nuestros pies.

Derrière la gare Saint-Lazare (1932) © Henri Cartier Bresson

No por casualidad, esta imagen es el paradigma del instante decisivo; esa fotografía que sintetiza en una porción de tiempo y espacio todo el contexto que le rodea. Bajo una revisión contemporánea quizás sería más correcto hablar de instantes escogidos, en plural, dado que la realidad es múltiple y depende además del criterio subjetivo de los ojos que la interpreten. Sin embargo, existe una constante: nuestra necesidad de transcender y comunicarnos a través de las imágenes que construimos.

La pandemia supuso –me permito el lujo de escribir en pasado por puro optimismo– un gran reto para nuestras emociones. De todas las manifestaciones artísticas, la fotografía fue el canal preferido para tender puentes con otras personas. Imágenes, lanzadas cual mensaje dentro de una botella al mar, que aglutinan el anhelo de cerrar esta etapa y entenderla. Un extraño periodo donde el dolor y la alegría son caras de la misma moneda, un contexto donde ratificamos nuestra vitalidad mediante el aforismo “si lo veo, existe”.

© Wang Hongbo / ganador Huawei Next Image 2020

Eludiendo los escenarios donde la fotografía debe aferrarse a los hechos, a nivel personal poco importa si aquello que fotografiamos se ajusta o no a una realidad canónica, consensuada. Priorizamos captar una realidad interior, ese instante escogido que queremos transmitir y, por lo tanto, la percepción de su duración también será un matiz subjetivo.

Máquina del tiempo

Cuando hablamos de instantes, la primera referencia que manejamos es un lapso de tiempo corto, un momento fugaz inmortalizado por nuestra cámara. En cambio, nuestra percepción del tiempo es relativa, pues va más allá del mecanicismo del reloj, con sus segundos, minutos y horas.

© Wan Ben / ganador Huawei Next Image 2020
© Svetlin Yosifov / ganador Huawei Next Image 2020

Recordarás sin esfuerzo momentos que pasaron eternos en tu cabeza y apenas superaron los segundos o años fugaces, donde el tiempo pasó casi inadvertido. La fotografía es una gran aliada para traducir estas sensaciones, ya que actúa como un acordeón que estira y comprime el tiempo a demanda.

© Jamir Lyndon Olaya Lumbao / ganador Huawei Next Image 2020
© Melvin Anore / ganador Huawei Next Image 2020

El fotógrafo japonés Hiroshi Sugimoto entiende la fotografía como una máquina del tiempo. En una de sus series más conocidas registra, mediante la obturación lenta, diferentes cines de los cuales sólo vemos la inmensa pantalla de proyección en blanco y la sala vacía. Dentro de ese inconmensurable blanco se acumula cada segundo de la película proyectada, premeditada sobreexposición en la que la ausencia nos habla de la totalidad. Toda la información se concentra en el único punto que no podemos descifrar, haciendo de estos cines lugares inquietantes que reflexionan sobre el tiempo y la memoria.

Union city, Drive-in © Hiroshi Sugimoto

Parece que nos esforzásemos por retratar el tiempo para tratar de conquistarlo y sobreponer la lógica de nuestro envejecimiento; allí donde no lleguemos nosotros, transcenderán nuestras imágenes.

Empatía y pertenencia

Es inherente a toda cultura generar los mecanismos necesarios para preservar un sentido de pertenencia que divida de manera gregaria lo propio de lo ajeno. El retrato es una de las fórmulas básicas para empatizar y comprender al otro. La imagen y, particularmente, la imagen fotográfica, legitima y desacredita, rememora u omite lo que a cada contexto social le interesa. No en vano, los orígenes conceptuales del retrato fotográfico son compartidos con el dibujo y la pintura. Se remontan a la Antigua Grecia, cuando Kora, hija del alfarero Butades, trazó con carboncillo el perfil de su amado recorriendo la sombra proyectada de su rostro sobre una pared ante el miedo de no volverle a ver.

© Candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021
© Candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

Ríos de tinta se han escrito sobre las diferentes tipologías del rostro, la incidencia de su simetría –o asimetría– en busca de una supuesta belleza ideal, su correcta iluminación y volumen, etc. Todo un elenco de características enciclopédicas que exceden en mucho el objetivo de este artículo. Más importante considero la raíz social de nuestras expresiones faciales, que forman parte de un complejo y útil lenguaje no verbal. En este nutrido diccionario encontraremos matices locales que solo podrán entender un nicho de la población y expresiones ontológicas, tan básicas y universales como la sonrisa en espejo que proyecta un bebé recién nacido a su madre.

© Candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

Por ellos los retratos son y serán clave para nuestra comunicación, pues reflejan emociones que todos podemos codificar. Su magnetismo a nivel fotográfico es atemporal y durará lo que duremos como especie: ningún otro género nos representa mejor.

Historias y huellas

Extensión lógica de nuestros rostros son nuestros cuerpos o la huella de los mismos. Siguiendo ese esquema antropométrico, el espacio que ocupamos podría entenderse como un retrato extensivo: dónde y cómo vivimos, de qué manera hemos usado los recursos naturales a nuestra disposición, nuestra capacidad de adaptación al medio… en síntesis, la representación fotográfica de la antropología ecológica de nuestro hábitat.

© Candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

La fotografía de estos espacios tiene un elevado valor informativo, de ahí su proliferación y atomización profesional desde los albores de la técnica fotográfica en 1839. Con todas las trabas técnicas imaginables, la fotografía documental, el fotorreportaje, la fotografía de paisaje, la fotografía de arquitectura y otros tantos subgéneros se abrieron paso para ampliar nuestros horizontes visuales.

© Candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

Con el metaverso a la vuelta de la esquina, parece paradójico pensar que un importante porcentaje de la población del siglo XIX tuvo una relación totalmente virtual con su entorno. Ver a través de un par esteroscópico las Pirámides de Egipto siendo consciente que jamás las podrás visitar tuvo que ser una experiencia tan desconcertante e inmersiva como probar el último sistema de realidad virtual disponible en el mercado.

A tiempo estamos de acuñar la expresión ponerse en los ojos del otro; esa suplantación es la culpable del éxito de la fotografía de viaje y ocio en todas las redes sociales en la actualidad. Una tendencia cosida a la imagen fotográfica de manera indisoluble, pues lo único que ha cambiado exponencialmente es el número de registros tal y como comentamos en el artículo dedicado al certamen Huawei Next-Image en su edición de 2020.

© Candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

Huawei Next-Image 2021

A colación del recordatorio de la edición anterior, nos satisface comprobar que la esperanza se ha sobrepuesto; también en este plano. A tiempo de escribir estas palabras, la presente edición, Huawei Next-Image 2021 Awards, muestra un nivel de participación muy alto y, ante todo, una tónica positivista: los temas presentados en cada categoría reflejan de manera ejemplar las ganas de recuperar ese trocito de vida que nos fue robado en 2020 y conquistar, poco a poco, la ansiada normalidad.

El esfuerzo por parte de Huawei es notorio, aumentando el número de categorías presentes y precios asociados. Ahora se divide en las siguiente secciones: retrato, blanco y negro, color, instantánea, nocturna, gran angular, tele-objetivo, super macro, creador de historias –película móvil de 15 minutos o menos– y cuenta historias –que, a diferencia de las otras categorías que sólo permiten subir una sola foto, se pueden subir un mínimo de tres fotos y un máximo de nueve en concepto de serie–.

© Serie presentada por candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

En seguimiento a su espléndido recorrido, las cifras de impacto vuelven a ser de utilidad para cotejar la evolución de este certamen. Si en 2019 se presentaron un total de 520.000 imágenes, en 2020 se alcanzaron las 1.190.000 imágenes, de más de 120 países. Atendiendo a este progresión, podemos augurar una magnífica participación en la edición de 2021.

© Serie presentada por candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

Participar es tan sencillo como de costumbre: puedes subir un máximo de 30 fotografías entre todas las 10 categorías. Las imágenes las puedes subir mediante su página oficial, donde constan en detalle todos los términos y condiciones. Todas las fotos candidatas al concurso tienen que estar realizadas con un terminal Huawei y se admite la edición digital de los archivos o vídeos presentados mediante aplicaciones de terceros.

Las 10 primeras semanas se podrá optar a ganar un premio local, categoría por semana. El orden de las categorías será: Retrato, Blanco y negro, Color, Instantánea, Nocturna, Gran angular, Tele-objetivo, Creador de Historias –esta es la única categoría dedicada solamente a vídeo–, Cuenta Historias y, por último, Súper Macro.

© Serie presentada por candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

El primer premio está valorado en 10.000 $. En progresión, los múltiples premios por categorías y locales reparten diferentes cuantías y productos físicos. Todos los finalistas y menciones de honor recibirán el terminal buque insignia de la compañía, el Huawei P50 y, en algunos apartados, el Huawei Watch 3.

En esta edición se ha creado también la categoría Student Focus, pensada para estudiantes entre 18 y 24 años, que recibirá como premio el terminal de gama alta y una prestación económica de1.000 $. También se han implementado premios locales con diferentes cuantías, escogiendo la mejor foto por categoría cada semana.

© Serie presentada por candidato anónimo, edición Huawei Next Image 2021

Nos complace ser testigos del buen estado de salud de esta convocatoria, que hemos abordado como no podría ser de otra manera con nuestro particular estilo. Sin duda el certamen Huawei Next-Image de 2021 será prolífico, interesante y esperanzador, constatando porqué tiene sentido seguir haciendo fotos en pleno siglo XXI.

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