Prueba del genuino Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2

Probamos dos versiones de la óptica clásica Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2 para el formato 24x36 mm. ¿No tendría más sentido utilizar esos objetivos clásicos mediante un adaptador que un "clon" moderno?

No sabemos muy bien si el mercado fotográfico se adapta a las necesidades y anhelos de los usuarios o realmente es al contrario, y así somos nosotros los que de una manera sutil, vamos cayendo en sus estrategias y tácticas. Sea como fuere todos sabemos que –si me permiten ustedes el uso de este oxímoron– “lo clásico está de moda”. Un ejemplo de ello es la nueva campaña de micro-mecenazgo lanzada por la firma alemana Oprema-Jena para volver a fabricar de nuevo el mítico Carl Zeiss Biotar 58 mm f/2.

Imagen de la campaña de mecenazgo de la compañía Oprema-Jena

Después de haber conseguido con éxito lanzar al mercado la versión de otro mito, el Carl Zeiss Biotar 75mm f/1,5, la jovencísima compañía Oprema-Jena ha activado la campaña del Biotar 58mm f/2. Comenzada ya la entrega de recompensas, han acumulado hasta hoy la nada despreciable cantidad de 120.000 €. Con el Dr. Wolf Dieter Prenzel a cargo del diseño óptico y André de Winter al frente del diseño mecánico, el objetivo estará fabricado por Kenko-Tokina.

El precio del objetivo en campaña será de 890 € y de 1.690 € fuera de campaña, a lo que deberíamos añadir los correspondientes impuestos. Las monturas soportadas serán las habituales: Canon EF, Nikon, Sony E, Fuji X y Leica M, esto es, con acoplamiento de telémetro.

Con un diseño óptico idéntico aunque, en mi opinión, menor fortuna estética, analizaremos hoy el mito original inspirador de toda esta historia, el Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2.

Técnica y breve historia

El Biotar, diseñado por Willy Walter Merté, obedece a una patente alemana de 1927. Calculado inicialmente para cámaras cinematográficas en focales de 20 a 70 mm en luminosidad f/1,4; más tarde, la reducción de la apertura máxima a f/2 permitió cubrir los fotogramas fotográficos de 24×36 mm. Los Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2 (o 58 mm f/2) que hemos probado estaban destinados a la Kine Exakta –la primera SLR de 35 mm– y modelos posteriores, si bien ya en 1934, un año antes de la comercialización de esta cámara, el Biotar f/2 había estado disponible en la SLR de formato medio (6,5×4 cm) “Nacht Exakta” (Exakta Nocturna) en la focal de 80 mm.

Esquema óptico del Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2: un doble Gauss de seis elementos en cuatro grupos © CC

Hasta 1940, los Biotar 5,8 cm f/2 –ejemplos típicos del esquema “Doble Gauss”– no incorporaban tratamientos antirreflejos, lo que representaba un hándicap muy duro para su esquema de seis lentes en cuatro grupos, debido a los reflejos internos en cada una de las superficies de las lentes. De hecho, en aquellos años, ir más allá de un esquema 4/3 era un atrevimiento que se pagaba caro en términos de contraste bajo, halos, etc. Pero el mercado demandaba ya altas luminosidades y los primeros revestimientos antirreflejos –aunque tímidos– permitieron a estos Biotar ofrecer un rendimiento ya muy bueno. Estos primeros Biotar ya tratados incorporan en el aro frontal una “T” en rojo. Mucho más adelante, esa T pasaría a ser una T* para marcar las ópticas Carl Zeiss con multirrevestimientos.

Aunque el esquema óptico permaneció supuestamente prácticamente inalterado de la versión más antigua que hemos probado a la más moderna, tanto el barrilete como el diafragma experimentaron diferencias, especialmente este último, que pasó de 17 palas a 10, al convertirse de enteramente manual a semiautomático de preselección. Como no podía ser menos, los rusos copiaron descaradamente el diseño del Biotar en su “Helios 44 2,0/58”, del que se fabricaron millones de unidades, muchas de ellas en rosca M42. Más tarde los Biotar 58 mm f/2 cedieron el paso a los Pancolar 50 mm f/2 y más tarde a los Planar 50 mm f/2, que permitieron ofrecer la focal estándar de 50 mm en lugar de la de 58 mm para las pocas SLR de la época.

A notar que desde 1939 estuvo ya disponible –para estas cámaras Kine Exakta– el Carl Zeiss Jena Biotar 75 mm f/1,5. Se trata de otra de las ópticas que –junto con el Biotar 5,8 cm f/2– está siendo “clonado” en campañas Kickstarter por empresas como Oprema. A recordar, igualmente, el Biotar 40 mm f/2 para las Robot, especialmente para las versiones militares.

Dos versiones del Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2: a la izquierda la versión más moderna de 1953 y a la derecha la versión 2.2 de 1947, en barrilete de aluminio. © Valentín Sama

Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2, versión 2.2 de 1947

Al igual que los fabricantes del nuevo Oprema-Jena Biotar, nosotros también somos conscientes de que la inmensa mayoría de los usuarios utilizarán estas nuevas recreaciones ópticas sobre cámaras digitales, si bien podrían ser, en algunos casos, utilizadas en cuerpos fílmicos. Nosotros hemos utilizado sobre una cámara digital el Biotar original –en dos de sus versiones– con resultados realmente más que satisfactorios.

Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión 2.2 de 1947. Fotografías tomadas a plena apertura f/2. © Fernando Marcos
Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión 2.2 de 1947. Fotografías tomadas a plena apertura f/2. © Fernando Marcos

No está mal para un pequeño y ligero objetivo –146 g– de hace casi 70 años. Una vez superada la pequeña dificultad de fotografiar, a mano y a plena apertura, una hoja y una campana mecidas por el viento, el resultado es muy agradable, con esos suaves desenfoques y mucha nitidez en el plano deseado. Hasta la siguiente versión del año 1949 el Biotar no disponía de diafragma automático ni pre-selección del mismo, tampoco los clics de cambio de diafragma a los que estamos tan acostumbrados y que nos permiten –sin apartarnos la cámara de los ojos– conocer qué valor de abertura del mismo estamos utilizando.

Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión 2.2 de 1947. Fotografía tomada a plena apertura f/2 © Fernando Marcos

Este es uno de los efectos más buscados en este tipo de objetivo, el bello bokeh provocado por la gran abertura de f/2 y sus nada menos que 17 palas de diafragma, que producen esas suaves y circulares transiciones en los fondos, incrementadas si se trata de una zona de reflejos lumínicos.

Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión 2.2 de 1947. Fotografía tomada a plena apertura f/2. © Fernando Marcos
© Fernando Marcos

Aunque ya en este modelo las lentes incorporaban incipientes tratamientos anti-reflejo, distan mucho de la calidad de tratamientos posteriores y actuales. Fotografiar sin parasol, en general, no es buena idea y menos aún si tenemos el sol de contra e incide directamente sobre la lente frontal: la pérdida de contraste y contaminación por `flare´ es notable.

Fotografías tomadas respectivamente a plena apertura f/2 y a diafragma f/5,6. Si ampliamos las imágenes de la reja podremos apreciar muy bien la elevada nitidez a f/2 en el centro y como mejora en rendimiento general a f/5,6. © Fernando Marcos
Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión año 1947. Diafragma de 17 palas. © Fernando Marcos

En las tomas realizadas para el video, se puede apreciar claramente como aumenta el contraste y la nitidez al diafragmar, siendo muy buena a partir de f/4-5,6 y realmente notable para f/8, f/11 y f/16. El viñeteo también disminuye a partir de f/5,6 siendo la distorsión casi nula.

Fotografía realizada en diafragma f/4. La belleza del desenfoque es innegable, así como la nitidez en el plano de enfoque. © Fernando Marcos

En fotografías con elementos luminosos de cierta dificultad para un objetivo de mediados del siglo pasado, vemos cómo rinde muy bien, conteniendo los reflejos de las luces.

Ambas fotografías realizadas a f/5,6. © Fernando Marcos

Sin duda éste es un objetivo notable en todos los aspectos. Para la nueva versión, Oprema-Jena alardea, en sus campañas de marketing, de que sus 17 palas de diafragma son todo un record. No lo sabemos con seguridad, pero no creemos que sea el único con tal cantidad de palas, lo que sí está claro es que sus efectos –en la versión genuina clásica de 1947 que hemos probado– se dejan notar en la poesía de las imágenes captadas.

Carl Zeiss Jena Biotar 58 mm f/2, versión 3 de 1953

A partir de 1953 y hasta 1960 los Biotar pasaron a tener preselección automática de diafragma. Un pequeño mecanismo en el exterior del barrilete nos permite desbloquear el diafragma y llevarlo a posición de trabajo. El aro de selección de las aberturas de diafragma ya incorpora los típicos clics y mediante una pequeña presión hacia la montura podemos dejarlo anclado y tener la seguridad de que no se nos moverá durante nuestra labor fotográfica.

Las dimensiones son bastantes mayores y su peso, de 207 g, muy superior al de su hermano mayor. La distancia mínima de enfoque pasa a tan solo 49 cm, lo que, sin entrar en el mundo macro, es casi la mitad que su predecesor. Desde luego, en todos los aspectos y siempre bajo mi punto de vista, es una auténtica preciosidad. Incluso con “solo” diez palas de diafragma, nos enamora.

C.Z. Jena Biotar 58 mm. Fotografía realizada a f/4. © Fernando Marcos
C.Z. Jena Biotar 58 mm. Fotografía realizada a f/4. © Fernando Marcos

Los tratamientos anti-reflejos más avanzados se dejan notar en esta nueva versión, y así el contraste y la nitidez son superiores. No es menos cierto que también es menor la belleza del desenfoque al estar diseñado el diafragma con menos palas.

Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión año 1953-60. Diafragma de 10 palas. © Fernando Marcos
C.Z. Jena Biotar a diafragma f/8. Sin duda, el contraste aumenta y el flare es más contenido que en su versión anterior. © Fernando Marcos

Los hermanos Biotar, uno al lado del otro

Es un auténtico lujo poder disponer de dos unidades diferentes de Biotar y poder enfrentarlos, o hermanarlos, uno al lado del otro. Tan solo hay seis años de diferencia, desde 1947 al 1953, pero se aprecia un gran avance en la mejora de las capacidades anti-reflejo del hermano menor.

El Biotar de 1948, con sus 17 palas de diafragma y su iris casi circular al lado de su hermano, con “solo” diez palas, pero con mayor capacidad anti-reflejos. © Fernando Marcos
Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2. Versión 2.2 de 1947. Fotografía tomada a f/8. Nitidez notable y buen contraste. © Fernando Marcos
C.Z. Jena Biotar 58 mm f/2. Versión 3 de 1953. Tomadas a f/8. Nitidez y contraste notable. © Fernando Marcos
Comparación de los Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2 de 1947 y 1953. © Fernando Marcos

No es difícil apreciar las diferencias entre ambos objetivos; no tan claras en cuanto a nitidez sí lo son en lo relativo al contraste y viñeteo.

En la versión 2.2, el Carl Zeiss Jena Biotar 5,8 cm f/2 estuvo disponible en negro –versión 2.3– o en “plata”, versión 2.2. El peso –150 g– es el mismo y las dimensiones muy similares. Las escalas de profundidad de campo son extremadamente detalladas © Valentín Sama

Conclusiones

En muchas ocasiones, cuando utilizamos en cámaras digitales objetivos clásicos o pensados para el mundo fílmico, nos solemos llevar más de una decepción. Ese flamante X que pensábamos que era estupendo vemos con desilusión que no rinde igual en nuestras modernas cámaras. Sin duda NO es el caso de estos pequeños clásicos Biotar genuinos de Carl Zeiss Jena, los cuales nos parecen una maravilla en muchos sentidos.

La elección no sería fácil; entre decantarnos por esos hermosos desenfoques de las primeras versiones o aprovechar el bello contraste –y también bokeh– de su joven hermano. ¿Pero qué pasa con el novísimo Biotar de Oprema-Jena, es o será una gran innovación con respecto al resto de la familia? No lo sabemos al no disponer de unidad de prueba, aunque sí sabemos una cosa y es que viendo los precios a los cuales podemos encontrar las versiones originales, quizá sea un poco extraño optar por el neonato.

Evolución de los precios de los Biotar genuinos de Carl Zeiss Jena. Aunque todos sabemos que lo clásico y fílmico está de moda y su incremento de precio también.

Sea como fuere, estos objetivos enamoran y sin duda, tanto los clásicos como los más jovenzuelos, no dejarán indiferente a nadie.


Nota: para los amantes de la precisión histórica, hemos realizado una pequeña investigación sobre los números de serie de las unidades de objetivo empleados para la prueba. De esa manera, aunque las versiones corresponden a los años 1947 y 1953 respectivamente, aún podemos afinar más:

  • La unidad de la versión más antigua corresponde a una tanda de 500 unidades, que se terminó el 21 de agosto de 1948
  • La unidad de la versión más moderna corresponde a una tanda de 5.000 unidades, que se terminó el 9 de octubre de 1958

Según Hartmut Thiele: Kleines Fabrikatiosnbuch. Photooptik Carl Zeiss Jena. Exakta-Objektive. Privatdruck, München 2004.

7 Responses

  1. Yo, por supuesto, me quedo con los originales. Ja, ja, Valentín y Fernando, con artículos así váis a hacer subir los precios…

    1. Ese es el riesgo, Óscar… pero nuestro deber es hacer este tipo de divertida investigación.

  2. Me parece un disparate pagar miles de € por los “nuevos” Biotar, pudiendo adquirir los clásicos por muchísimo menos. Hoy puede comprarse en eBay el de 17 palas, por 191,38€ y con una !Exakta VX! de regalo..—(puede que se necesite un CLA)
    Gracias a estos magníficos artículos he sacado del baúl la VX para cargarla con Silvermax y oír de nuevo su sonido al dispararla.
    ¿Cuál será el siguiente?
    Saludos

    1. Nos alegra que el artículo le haya hecho desear volver a poner esa fiel Exakta, adquirida –estamos seguros– en Bièvres. Solo recordarle que para hacer jugar esas deliciosas “velocidades” lentas a mecanismo de relojería, de hasta 12 segundos completos, hay cargar a tope a resorte el dial derecho –para cada disparo– y ajustar el botón izquierdo de tiempos en “T”. Y con la ADOX Silvermax, mejor exponer generosamente, quizá más partiendo de IE 64 o 50 que de ISO 100. Gracias por sus amables palabras. ¡Saludos!

  3. Hola..buenas noches…soy de México y me parece un extraordinario documento q a bien compartes…tengo lente Biotar Jena 1:2 58mm entre otros como un Summicron Canadá 1:2 35mm y un Super Angulon 1:3.4 21mm para una M3 q monta un Summicron f:5cm…saludos

    1. Hola Pablo,
      Me alegra mucho que puedas disfrutar de ese “caballo de batalla que es la C330. Efectivamente: la cámara no dispone de ajuste alguno para la sensibilidad de la película, pues carece de exposímetro. En su época, se consideraba más profesional usar aparatos de medición separados, y liberaba de esa forma a la cámara de piezas adicionales que pudiesen sufrir averías, de dependencia de baterías, etc.
      Saludos cordiales

    2. Gracias, en nombre del autor del artículo. Ese Biotar 58 mm f/2 es tan bueno que ha sido copiado hasta la saciedad por fabricantes soviéticos, chinos, e incluso… ¡alemanes!
      Pero opino que los otros objetivos que citas, de Leitz, son superiores…
      Saludos cordiales

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